Los calendarios suelen ser caprichosos y las fechas de la Historia no siempre coinciden con la cronología ordenada del almanaque.
Este es un año electoral, clave para el Gobierno y también para la oposición.
Cuando en octubre se abran las urnas, sabremos no solo cómo se van a componer durante los siguientes 2 años los Concejos Deliberantes, las legislaturas provinciales y el Congreso de la Nación.
Será el momento del balance, nunca tranquilo y templado, como lo marca la tradición argentina, también el resultado de las varias partidas de ajedrez y pulseadas que se disputan por estos días de enero, que transcurren entre vacaciones, lluvias con inundaciones y los clásicos calores.
Repasemos algo de lo que pasa por estas horas:
– El presidente Mauricio Macri encabezó la primera reunión de Gabinete del año, sin la presencia de 5 de sus ministros, que están participando de las diversas rondas de toma de deuda externa y del Foro Económico de Davos, que reúne a los poderosos e influyentes del mundo. La necesidad de asumir nuevos compromisos financieros que se pagarán por varias generaciones, la plantea el Gobierno para sostener su plan de apertura de la economía, de manejar el tipo de cambio sin modificar aún más bruscamente la economía y de garantizar la libre disponibilidad de dólares que permitan el giro de divisas al extranjero por parte, básicamente de las grandes empresas que manejan la economía del país.
– El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, confirmó que las tarifas de energía eléctrica y de gas volverán a subir desde el 1° de febrero y desde el 1° de abril, respectivamente, aunque no dijo en qué porcentaje lo harán.
– Por otra parte, la discusión acerca de la edad de la imputabilidad de los menores que cometen delitos y la presencia de extranjeros, reavivada por el conflicto con los manteros, merece una mirada muy profunda para un tema complejo, con aristas sociales, económicas, culturales, que muchas veces se confunden, por desconocimiento o por simple ideología, con la denominada “inseguridad”.
Por otra parte, poniendo un ojo en modo anticipo, se vislumbran a esta altura las interminables discusiones que se darán en torno al armado de las listas electorales, con la evidente incógnita de qué hará la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cómo jugará el resto del peronismo su carta opositora y cuál será el perfil de la propuesta oficial, con el claro centro de gravitación ubicada en la provincia de Buenos Aires, habitualmente llamada la madre de todas las batallas.
Además, las tensiones lógicas de una economía que viene de una inflación superior al 40 %, que la ubica como la más elevada en el último cuarto de siglo y que tendrá durante los próximos meses el capítulo paritarias encendido con una fuerte intensidad.
En definitiva, un 2017 que se anuncia muy movido y que tendrá, cómo en las películas, la advertencia de no ser apto para impresionables